Estamos encantados de celebrar el increíble viaje y los logros de Ahshar Brown. Tras graduarse en la North Star Academy- Washington Park con una impresionante nota media superior a 4,0, Ahshar ha seguido brillando académicamente en la Universidad de Emory. En un principio, Ahshar se especializó en informática, pero pronto se dio cuenta de que la codificación a nivel universitario no era su verdadera pasión. Al principio, Ahshar dudaba en cambiar de especialidad y estaba decidida a no ser considerada como "alguien que se rinde". Sin embargo, tras investigar, hablar con profesores y trabajar estrechamente con asesores, Ahshar hizo el cambio estratégico y se centró en la ingeniería biomédica sin dejar de estudiar biología. Este cambio la ha revitalizado y ahora se siente increíble con la dirección de sus estudios.
Mientras compagina sus actividades académicas, Ahshar trabaja en la Facultad de Derecho de la Universidad de Emory y participa activamente en varias organizaciones estudiantiles, como el Club de Biotecnología de Emory y la Sociedad Nacional de Ingenieros Negros (NSBE), de la que es presidenta de publicidad. Además, como Vicepresidenta recién elegida de la Asociación de Educadores y Estudiantes Caribeños, Ahshar trabaja en estrecha colaboración con otros grupos en busca de oportunidades de colaboración y financiación y para promover la cultura caribeña.
Ahshar también ha podido seguir explorando su interés por la cultura coreana desde el instituto. Ahshar asistió inicialmente a una Feria Coreana de Estudios en el Extranjero, y más tarde dio los pasos necesarios para solicitar la Beca Gilman, que cubriría sus gastos de estudios en el extranjero. El verano pasado, el sueño de Ahshar de sumergirse en la cultura coreana se materializó cuando fue aceptada y financiada para participar en el Programa de Estudios en el Extranjero en Corea del Sur de Emory, en la Universidad de Yonsei. Esta experiencia transformadora no sólo amplió su perspectiva cultural, sino que también demostró su espíritu aventurero y su voluntad de aceptar nuevos retos. Reflexionando sobre esta experiencia, Ahshar dijo: "Como estudiante, estaba dispuesta a aprender cosas nuevas y a experimentar más fuera de mi zona de confort en un país nuevo. Aprendí que, cuando viajo, soy extremadamente abierta y estoy dispuesta a probar o hacer cualquier cosa. Comí todas las comidas, vestí ropa tradicional coreana y salí de mi zona de confort hablando con los nativos en su lengua. Diré para siempre que este viaje me cambió la vida".
De cara al futuro, como orgullosa estudiante universitaria de primera generación de ascendencia guyanesa, Ahshar está dispuesta a seguir rompiendo barreras y aumentar la representación cultural en el campo de la bioinformática, y aspira a obtener un máster en este campo. La historia de Ahshar Brown es una historia de pasión, autorreflexión, vulnerabilidad y búsqueda de la excelencia. Estamos increíblemente orgullosos de Ahshar y esperamos ver todas las grandes cosas que logrará en los próximos años.